El acantilado
Subida a lo alto de La Mola, veo el horizonte y creo que podria salir volando en este mismo instante de locura inmediata.
Fiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Que sensación catártica ésta. Soy libre y vuelo como un enorme pájaro sobre el mar.
Splashhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Me sumerjo en las aguas profundas del mediterráneo en busca de las criaturas abismales.
Cuán oscuras las simas de tu abismo.
Me dejo caer pesadamente ante ti, y te observo en silencio, eres detestable, horrendo, despreciable, me das asco, sí, asco, repugnante despojo de la creación.
Ya me alzo y voy directamente hacia tu cuello para morderte con rabia, cuanta sangre negra escupo de sopetón, ni siquiera sabes bien. El agua salada y tu linfa pútrida son detonantes, se ennegrece la nube a nuestro alrededor y me ensaño con tus tentáculos que destrozaron las vidas de otros que me acompañaban en este sendero luminoso. Soy el guerrero que terminará con tus siete cabezas de un sablazo.
Una vez que te aniquile sé que te recompondrás y los fragmentos se unirán lentamente para seguir tu oscura trayectória, pero mi ser infinito te esperará al final de este tiempo para reenlazarte en el siguiente.
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