Esa noche escuché el aullido de esa larva sobre lo alto de las colmenas del castillo.
Se me helaba la sangre en las venas, por el frio y por la desazón. ¿Qué criatura sería la que se dolia tan atormentada?. No lo dudé un instante, vencí el temor y sali al descubierto para encontrala.
Allí estaba en la explanada de la torre entre las almenas y me miró con los ojos desmesuradamente abiertos por el ansia. Su mirada me heló de nuevo; me transmitía su dolor con una intensidad nueva para mi. No conocía a nadie capaz de mirarme de ese modo y aguantar mi fijeza a su vez... Sin duda me hallaba ante un alma en pena que buscaba algo o alguien.
-¡Quién sois!, y ¿qué os trae aquí?.
Su mirada se ensombreció y lagrimas resbalaban por sus mejillas al mirarme. Por un momento me pareció que... mi corazón aceleró su ritmo con una sacudida y un mordisco en el estómago. ¿pero era posible qué...?.
-¿Acaso os conozco?.
Esa figura se dejó caer de rodillas envuelta en sollozos y alzó su mirada de nuevo suplicándome, y mi corazón no pudo resistir más el suplicio que compartía conmigo. Caí de rodillas y le tomé las manos con suma piedad emocionado y de nuevo, sí, de nuevo me pareció vislumbrar un destello en su mirada que antaño era familiar para mi.
Quedé mudo al instante, era ella, era ella , sí, viva o muerta , pero era ella y habia regresado.
Se me helaba la sangre en las venas, por el frio y por la desazón. ¿Qué criatura sería la que se dolia tan atormentada?. No lo dudé un instante, vencí el temor y sali al descubierto para encontrala.
Allí estaba en la explanada de la torre entre las almenas y me miró con los ojos desmesuradamente abiertos por el ansia. Su mirada me heló de nuevo; me transmitía su dolor con una intensidad nueva para mi. No conocía a nadie capaz de mirarme de ese modo y aguantar mi fijeza a su vez... Sin duda me hallaba ante un alma en pena que buscaba algo o alguien.
-¡Quién sois!, y ¿qué os trae aquí?.
Su mirada se ensombreció y lagrimas resbalaban por sus mejillas al mirarme. Por un momento me pareció que... mi corazón aceleró su ritmo con una sacudida y un mordisco en el estómago. ¿pero era posible qué...?.
-¿Acaso os conozco?.
Esa figura se dejó caer de rodillas envuelta en sollozos y alzó su mirada de nuevo suplicándome, y mi corazón no pudo resistir más el suplicio que compartía conmigo. Caí de rodillas y le tomé las manos con suma piedad emocionado y de nuevo, sí, de nuevo me pareció vislumbrar un destello en su mirada que antaño era familiar para mi.
Quedé mudo al instante, era ella, era ella , sí, viva o muerta , pero era ella y habia regresado.
4 Comments:
me gustó el relato ;)
¿Sí?.
Increible, era un delirio visual.
Un día te explicaré mi teoría sobre mis visiones, antes de que me encierren en el psiquiátrico, jajajaja.
Sale vd demasiado sexy en las fotos...
¡Modérese!
Es que me han dibujado así...
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