En esos días todo es aborrecible; hasta el sueño.
No le encontraba sentido lo mirase por donde lo mirase. Mejor me quitaba mis gafas, y seguiria viéndolo borroso. Tantos años tirados a la cuneta... Me gustaria dejarlo todo y desaparecer.
Irme de una puta vez libre por el mundo.
Ese dia le encontré al bajar del tren que venia de Perpignan, él preguntaba cómo llegar a el aeropuerto y me fijé en él, menudo y con pinta de vagabundo vegetariano.
-Suivez-moi. Le dije.
Y él encantado de la vida, le convencí de que no bajase al puerto olímpico y tomara el bus conmigo en la estación de Sans, a veces tengo un gran poder de convicción, mi mirada es como la de una pantera rodeando a su presa...
Subimos al bus, él estaba enredado con su guitarra, sus bultos, mochilas y su sonrisa jovial bajo la cabeza rapada al cero, pero él se acercó y se pasó el trayecto doblado para poder charlar conmigo y fui bajando las defensas. La música une a las personas mucho más de lo que creéis.
-Pourquoi parlez vous Francais?.
-Par-ce que je le connais, algo asi le solté. Venia de dar un recital en Prades.
Bueno, nos pasamos horas y horas hablando en la cafeteria del aeropuerto. Emmanuel se iba a Japón:
-No sé cuando volveré, decia, -voy a casa de unos amigos, voy y vengo por el mundo, estoy en India, en casa: Cèret, al lado de la frontera de Port-bou, luego vuelvo a partir para la India...
Me entró una envidia cochina y feroz, tanta que me puse a llorar ante él. Pero no por esto, sino porque hablaba mi mismo lenguaje, su mirada era límpia y compartíamos inquietudes de crecimiento personal.
-Yo desearía vivir asi pero no soy libre, tengo obligaciones en mi pais, pero no puedo reprimir mucho tiempo más esas ansias de desvincularme de todo y seguir mi camino.
Todo esto es una mascarada, una farsa con la sonrisa de oreja a oreja.
Emmanuel era alguien que vibrava en mi misma frecuencia, nos intercambiamos mucha información.
Pero habia algo más que circulaba entre nosotros, yo lo obviaba olímpicamente y cuando me pidió que le acompañase a la otra terminal para tomar su avión para Japón con escala nosedondeeeeeeee le dije que no, esa frontera yo no la traspaso, hasta aqui te acompaño y punto final.
Hay dos personas que me han leido el alma tan profundamente que me han provocado lágrimas muy especiales. Emmanuel y Tofol Serra.
Mi vida está jalonada de encuentros rápidos e intensos con personas verdaderamente increibles que me han mostrado caminos mejores para seguir.
Estoy en ello.
Emmanuel me envió lo que le pedí; puesto que mi sueño es ir a Japón, una postal, y me la escribió en castellano, algo increible, me pidió al conocernos que escribiera mi dirección en su agenda, un libro repleto de escritos en todos los idiomas, con sus amigos, conocidos, y mis ojos se abrían como platos.
Le envié mi postal de saludo para darle mis fechas de conciertos en Francia, nunca más supe de él. Evidentemente ya no nos necesitabamos.
Ese día empecé a ser consciente de todo el lastre que debia soltar y así me ido transformando en algo más ligero.
Lo reconozco, me han cortado con un patrón diferente, no me va nada de nada, solo a ratos.
No sé vivir como el resto, no soporto tener los muebles en el mismo sitio, comer siempre lo mismo, ver las mismas caras, escuchar lo mismo, no, no y no.
Necesito como el aire que respiro total independencia, es más fuerte que yo. Me agobian los lazos familiares y no soporto la vida de pareja que he conocido. Soy imposible, así de facil y así de maldita.
Un día explotaré y me desintegraré para siempre.
Fin de la historia.